Fundación mítica del tango
Primer Premio en el Concurso
Poético "El Tango" organizado por la Municipalidad del Departamento de
San Rafael, Mendoza, 1994.
El tango, esa diablura de Dios
Eugenio Mandrini
El suburbio era pampa.
Desmontaban los últimos guerreros
sin haber desarmado su coraje.
En una polvareda de recuerdos
la patria era un galope
tendido a sangre y fuego,
alguna toldería, una milonga,
también un sentimiento,
añoranza de nombres y de fechas,
lejanos desencuentros.
La ciudad de tres puntos cardinales
apenas era un sueño
insinuando el perfil de sus orillas:
campo, agua, barro, cielo.
La soledad teñía el horizonte
de brumas y silencios.
Algo quebró esa paz,
acaso el naipe valentón de un quiero,
quizás un contrapunto
o simplemente un gesto.
Y fue ese instante trágico,
decisivo, concreto.
Los dos hombres frente a sus destinos
-nada mas que la pampa y el lucero-
eran, definitivamente, el hombre
jugando el drama eterno
de la vida y la muerte
bajo la comba de la noche en celo.
En sus manos ardían las pasiones
con insondable terquedad de acero.
Un paso hacia adelante,
un giro, un retroceso,
un ondular de piernas que se animan,
un detenerse en seco.
la vida discurriendo por un filo
y la muerte en acecho.
Una danza ritual nació esa noche
del infnito duelo
del hombre y su destino
dolor, angustia, rebeldìa, ensueño
Alguién la llamó tango,
no se sabe por qué, ni en que momento.
Acaso fuera Dios quien lo dispuso
en esta latitud, y en aquel tiempo.
domingo, 12 de julio de 2009
Fundaciòn mìtica del tango
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estimado Ricardo,
ResponderEliminarEstos versos me hacen rcordar un tango que creo cantaba Alberto Echague con la orquesta de Juan D´Arienzo: Cruz Maidana.
Un abrazo
Pepe Brunetta
Estimado Ricardo,
ResponderEliminarEn tus antecedentes has olvidado de incluir uno muy importante: Fuiste alumno de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.
Un abrazo
Tu compañero de banco en 2do. alo.
Pepe Brunetta